jueves, 5 de junio de 2014

A vueltas con la lactancia

Ya dije en mi anterior entrada que si algo tenía claro es que iba a dar el pecho a mi angelote. Inocente de mí, creía que iba a ser lo más fácil del mundo porque me había hecho un máster en lactancia durante el embarazo. Pero una vez más una cosa es lo que tú quieres, y otra la que te da la vida.
 
Cuando mi niño no había ganado ni un solo mísero gramo aún estando todo el día en la teta, no hubo más remedio que suplementar, y ahí fue cuando entraron los biberones y la leche artificial. Pero si habéis seguido mi blog, sabréis que si hay algo que me caracteriza es que no bajo los brazos ante las dificultades, sobre todo si ese algo me interesa. Y dar el pecho a mi hijo me interesaba y mucho...
Así que lo primero que hice fue contactar con un grupo de lactancia que encontré por internet y que estaba en mi ciudad. Cuando llamé me llevé el chasco de que hacía años que ese grupo se había disuelto (es de la Liga de Leche), pero la chica que me atendió, muy amable me dijo que podría llamar a cualquier otra provincia para exponer mi caso. Y eso hice, pero la mujer que me atendió por teléfono me dijo que sin ver cómo mamaba mi angelote, poco podría decir porque no sabía si era un problema de agarre, o si había algo más detrás.
 
El siguiente paso fue contactar con otro grupo de lactancia que no estaba en mi ciudad, pero sí dentro de mi provincia. Tuve la suerte de que quien me atendió además de asesora de lactancia, es matrona, así que quedé con ella al día siguiente para que pudiéramos ver qué estaba pasando.
 
Fue el primer viaje en coche de mi hijo que se portó como un campeón la hora de trayecto que tuvimos que hacer hasta llegar a ver a la matrona. Cuando llegué le expliqué todo lo que habíamos pasado hasta ese día. Fue tan amable, tan agradable conmigo, tan cariñosa y cálida... De verdad que no tengo con qué agradecerle la manera en que me trató y de manera totalmente altruista. Después de explicarle todo me pidió que me quitara la ropa de cintura para arriba y desnudó también a mi angelote para que hiciéramos piel con piel e hiciera el agarre solo. Como tenía grietas en los pezones, nada más agarrarse, dolor insufrible. La matrona vio que mi niño no se agarraba bien. No evertía los labios ni cogía parte de la areola, por lo que la succión no era correcta. Le metió el dedo en la boca y comprobó que la presión la ejercía con la encía de abajo, y no con la lengua. Me recomendó que lo viera un otorrino por si tenía algún problema estructural en la boca como frenillo por ejemplo. Y que si tenía que suplementar que fuera con mi propia leche y utilizando algún método que no produjera la confusión tetina-pezón, por lo que los biberones convencionales descartados.

Y lo llevé al otorrino, el cual sólo le detectó una leve retrognatia (consiste en tener la mandíbula de abajo más hundida que la de arriba) y me fui a una tienda a alquilar un sacaleches revolucionario que era lo más de lo más. Peeero, comencé a ver que con el sacaleches yo apenas sacaba. Me lo ponía hasta diez veces al día y como muchísimo sacaba 250 ml. en total. Una pena vamos... Había veces que después de 20 minutos no rellenaba ni el fondo del bote. Y la leche salía a cuentagotas.

Creo que hice todo lo que pude: le daba el pecho, después el biberón con una tetina especial que imita al pezón, bien de mi leche o artificial si no tenía de la mía y luego me sacaba leche. Limpiaba todo y a la media hora vuelta a empezar.

Pero al cabo del tiempo mi angelote empezó a rechazar el pecho. Lo ponía y empezaba a llorar, a patalear, me arañaba, me manoteaba... Era más que evidente que por mucho que me estimulaba seguía teniendo poca leche y mi hijo se estaba cansando de succionar cuarenta veces seguidas para poder tragar un poco de leche.

3 comentarios:

  1. Chica, ni que contaras nuestro caso. Al enano hace tiempo que el pecho no va con el, al menos conservamos la primera toma de la mañana, pero el resto del día no lo quiere ni ver, a consecuencia produzco menos y estoy volviendo a recuperar el ritmo poniendome el sacaleches cada dos horas más o menos, aún así.... A veces no cubro ni el fondo, como tu dices, igualmente lo guardo.
    Nosotros iremos a una asociación, a ver si sí por que lo llevamos aplazando tiempo.

    Pero por si te sirve de consuelo, el mio era ponerlo al pecho y volverse el niño del exorcista, al final fui cambiando de postura, y ahora le doy un pecho en el regazo y otro acostados, sino, no hay manera....

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  2. Vaya tienes que ser un sentimiento muy frustante. Que bien que hubera contactado con ese grupo y esa persona, a veces buenas palabras y un poco de comprensión es lo que necesitamos, y si además vienen con buenas palabras..... Espero que encontraras la solución.

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  3. Vaya que penita tiene que dar poner todo de tu parte y que no pueda ser.queamor de matrona lastima que no hubiera un grupo de lactancia mas cerquita.que una hora de cnoche se hace pesado.yo estoy flipando con el tema lactancia.pensé que era tan natural como fácil y me doy cuenta que es mucho mas complicado de lo que yo pensaba ¡.espero que hayas llegado a un acuerdo con el pequeñin¡besos

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