miércoles, 25 de noviembre de 2015

¡¡A por el hermanito!! Primera consulta con el Equipo Crespo

Lo primero que tengo que decir, es que sé que todavía hay gente luchando por ser mamá por primera vez (me vienen a la memoria Bedabita, Trax, Hope Mary, pero sé que sois muchas más) y yo voy a escribir sobre repetir la experiencia. Muchísimo ánimo a todas y muchísima fuerza para seguir recorriendo este camino que tantos túneles, escaladas y profundidades nos trae.

Después de varios tiras y aflojas con mi chico, por fin nos decidimos a buscar un hermanito para angelote. La primera decisión que tomamos no nos fue muy bien. Decidimos probar por nuestra cuenta, acertamos a la primera, pero después del positivo empecé a manchar y tuve un bioquímico. Supongo que mis viejióvulos son más viejis que nunca y la insuficiencia ovárica que me detectaron hace 4 años no iba a mejorar pasado este tiempo y con mis casi 40 años. Así que, meeeeec ¡error!!! Vamos a estarnos quietecicos que estamos más guapos.

Así llegamos totalmente seguros de que debíamos buscar al hermanito entre los congelados que nos quedaron en la clínica IVI. Peeeero, muchas de vosotras sabréis que hace un año aproximadamente mi querida doctora Crespo decidió independizarse y, junto con su equipo, montó su propio chiringuito en otra clínica. Y yo, que queréis que os diga, con lo bien que me fue la primera vez, pues que repito con los ojos cerrados. Que hay gente devota de la Virgen del Carmen y yo lo soy de Juana Crespo, fíjate tú. Que soy consciente de que a todo el mundo no le va bien y que se quejan de su trato, pero como no es mi caso, pues ahí sigo a piñón fijo con ella. Eso sí, respeto todas las opiniones porque son experiencias que han vivido la gente con ella, y sé que a todo el mundo no le puede ir bien y tienen derecho a quejarse. De hecho hace poco una chica escribió en el blog una opinión de ella enlazando a una página donde había más quejas sobre la doctora y yo no la he borrado, la he dejado porque creo que la gente tiene que tener información de todo tipo y sopesar. Bueno, que me voy por las ramas...

La cita fue el 23 de noviembre, y tras pensar en si irnos con angelote o no y pegarle esa paliza de viaje (son casi 1000 km ida y vuelta), nos declinamos por irnos los tres a sabiendas de lo mal que podíamos pasarlo en el viaje en coche. Pero angelote nos sorprendió y no dio ni un ruido. También tiene que ver que alguna horita de sueño echó y que nos llevamos todo el arsenal de cuentos y juguetes que más le gustan... 

Llegamos el día de antes por la mañana y pasamos el día en Valencia. Visitamos el centro de la ciudad, comimos por el Ayuntamiento (menudo plato de paella se comió el niño) y luego por la tarde estuvimos en un Centro Comercial donde angelote se montó en un tren, en un caballo y vimos un teatro que le encantó. Cenamos en el hotel y a dormir.

Y llegó el 23 de noviembre. Nada más entrar en la consulta vimos la cantidad de parejas que había. Lo primero que pensé: de aquí no salimos hasta las cuatro de la tarde. Pero me equivoqué. A los 10 minutos nos llamaron y entramos a consulta. Nos atendió la enfermera del equipo (Mayka) que hizo una recopilación de nuestra trayectoria y lo primero que nos dijo era que teníamos que pedir el historial a IVI para pasárselo a ellas y dar el consentimiento para que trasladaran los embriones desde IVI a la clínica. A estas alturas angelote estaba bastante chinchoso porque tenía sueño, y no hacía más que lloriquear y protestar. Quería campar a sus anchas por la consulta y toquetearlo todo, como es natural, así que intentaron entretenerle haciendo globos con los guantes de goma, le dieron galletas, se portaron súper bien. Luego vino la doctora Fortuño, que fue quien me hizo la transfer la otra vez y fue ella la que me reconoció. Todos mis temores se borraron de un plumazo. Dijo que a mi útero le había sentado muy bien el embarazo y que estaba precioso, incluso mejor que en la primera transfer ¡¡qué felicidad me entró!! Oye, que me sentí orgullosa de mi útero y todo, jejeje.

Y por último llegó la doctora Crespo. Poco antes angelote se había quedado frito en mis brazos, así que lo conoció dormido, pero lo conoció. Me pegó un pedazo de abrazo que casi me desarma, se me saltaron las lágrimas de la emoción y todo. Y me dio las gracias ¡¡ella a mí!! Porque dice que gracias a casos como el mío, ella sigue aprendiendo, que tiene casos muy muy difíciles y que son los que más gratificantes le resultan. Me pareció más humana y cercana que nunca. Me habló de sus temores, de sus miedos, de la gran responsabilidad que sabe que es su trabajo y del sufrimiento que llevamos a cuestas. 

Por mi parte le llevé un ejemplar de "Cuentos sobre donación de gametos" en el que participé con mi relato y me pidió que se lo firmara. Se mostraron muy interesados en ese proyecto y me pidieron que les dijera donde podían encontrar más ejemplares.

Y pasamos a hablar de lo que íbamos a hacer conmigo. Dijo que dado que mi útero estaba tan bien y los congelados que teníamos eran tan buenos que íbamos a probar con uno solo. Ahí mi chico sintió un alivio porque era lo que más temía, que nos pusieran dos y los dos siguieran adelante. Y que por supuesto ciclo natural, que es como mejor responde mi útero. Así que chicas (y chicos por si alguno me lee), si todo va bien, lo más seguro que en enero comience una nueva aventura que por supuesto espero no sea tan larga como la que sufrí cuando decidimos ser papás por primera vez.

Después de salir de la clínica (habían pasado dos horas), nos fuimos directos a IVI y pedimos el historial y el consentimiento para el traslado de embriones. Nos trataron super bien. Muy amables y explicándonos todo de manera detallada y aclarando cualquier duda que tuviéramos. El historial tarda aproximadamente un mes en dárnoslo y los embriones seguramente ya estarán en la clínica del Equipo Crespo.

Comimos en el primer sitio que pillamos y nos volvimos a casita. Nuevamente angelote nos sorprendió con su aguante en el viaje. Sólo paramos una vez para darle la merienda y descansar un rato y del tirón hasta nuestra ciudad.

Seguiremos informando...

PD. Me hizo tremenda ilusión ver en el panel de las fotos una postal de agradecimiento de una blogera a la que sigo. Si me lees espero que sepas que hablo de ti...